Autor: Alfonso Paredes
Fecha de publicación en Neuronilla: 22/01/2005
Hace más de dos mil años un sabio dijo: «Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandonará». Posteriormente, en el siglo pasado, hace más de cien años, una distinguida educadora afirmaba: «En su sabiduría el Señor ha decretado que la familia sea el mayor agente educativo. En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su primera escuela». (E. G. de White, LEC:154). Posteriormente agregó: «Hablo a los padres y a las madres: Podéis ser educadores en vuestros hogares». LEC, 167. Padres y docentes pueden contribuir en el desarrollo del alumno.
Tanto los padres como los docentes de educación inicial, primaria, secundaria y superior deben colaborar en la obra de la verdadera educación que consiste en «educar a los jóvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres». Esto incluye precisamente el desarrollo de la creatividad.
Razones para participar en el desarrollo de la creatividad
1) Hoy se exige con mayor énfasis que los nuevos profesionales se distingan por su elevada creatividad. Asimismo, en el futuro ya no se hablará de «manos de obra» sino de «mentes de obra», porque la actividades laborales que hoy ejecutan las «manos de obra» la realizarán las computadoras o robots; y las acciones más eficientes que realicen las computadoras dependerá de las eficientes mentes humanas. E. G. de White decía: «los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que dirigen empresas» (EC: 17).
2) Una de las dos metas nacionales de la educación peruana, es el desarrollo de la creatividad, tarea que le compete también al hogar. Esta es otra razón que justifica no solo la presentación de este tema, sino la ejecución de las recomendaciones que se ofrecen y la búsqueda continua de nuevas formas para incrementar la creatividad en los educandos.
3) La tercera razón, y la más importante, es desarrollar la facultad del pensar en los educandos, como parte de la obra redentora del hogar, como labor restauradora de la imagen de Dios en el educando (EC:17).
4) La educación en el aula debe complementarse con la educación efectiva en el hogar. La labor docente no es perfecta del todo, pero mejorará si los padres y madres o familiares colaboran en este proceso educativo.
¿Cómo promover la creatividad en los educandos?
Estimule la formulación de preguntas
Isidor Rabil, Premio Nobel, recuerda que su madre le preguntaba siempre apenas llegaba del colegio: «¿hiciste una buena pregunta hoy?» El niño se sentía estimulado a preguntar cada día. Las preguntas del tipo POR QUÉ deben ser las que más se deben estimular. Aunque en forma natural existe una etapa en la niñez cuando este tipo de preguntas son espontáneas. En «A Child’s Christmas in Wales» (Una navidad en Gales) Dylan Thomas que en corta vida fue llamado «el trovador de voz dorada de nuestros tiempos» -cuenta la decepción que tuvo siendo niño, cuando le regalaron «un libro que me decía todo acerca de las abejas, excepto su ¿por qué? Así, en una sola frase crucial, el poeta cristaliza la queja más generalizada que tiene el hombre común: se proporcionan demasiados detalles del cómo de las cosas, pero no se responde a la sencilla y repetida pregunta de por qué.
Ya habíamos referido, que Albert Einstein en su hogar, abordaba constantemente a sus padres con sus «por qués». En el hogar o centro educativo puede realizar el siguiente ejercicio: Plantee una pregunta sobre un tema que le interese al hijo o alumno, luego espere la respuesta de ello. Recibida la respuesta X, y en relación a ella, pregunte, )por qué X?. Espere la respuesta, y repregunte; y así continúe hasta agotar las respuestas. Cuando ya no pueden dar respuestas, es porque han llegado al fondo de sus conocimientos, y por lo tanto es un indicador que ha llegado el momento de cavar más profundo y ofrecer contenidos significativos.
Un ejemplo: ¿Por qué las calles se han inundado de muchos grillos? … (Espere la respuesta). Y supongamos que le respondieron, que es «porque la temperatura ha bajado mucho en estos días»; entonces repregunte: ¿Por qué la temperatura ambiental ha bajado mucho en estos días?… (Espere la respuesta)… y continúe hasta agotar las respuestas.
No sea inflexible, destierre el temor y el castigo
Einstein afirmaba: «Lo peor es educar por métodos basados en el temor, la fuerza y la autoridad, porque se destruye la sinceridad y la confianza y sólo se consigue una falsa sumisión». No se puede forzar al niño a cumplir un horario de estudios rígido. En Europa se calcula que un 10% de los alumnos de 6 a 12 años son muy dotados y poseen inteligencia muy elevada, y se los denomina «los niños de los cuatro minutos», porque ese es el tiempo que requieren para captar lo previsto para una clase de 45 minutos. Y a lo mejor esto podría estar sucediendo con nuestro hijo o alumno cuando nos responde: «ya lo sé» al pedirle que se ponga a estudiar.
Cuando el educando no está colaborando en la clase, preguntémonos: ¿será porque ya lo sabe? ¿será porque tiene problemas biológicos (parasitismo), psicológicos (problemas familiares), nutricionales, económicos, etc.? o a lo mejor ¿será porque no estamos realizando una clase participativa, activa sino una clase tradicional con dictados rápidos y con poco sentido? Por lo tanto el maestro no puede usar por ninguna razón la dureza, la inflexibilidad para motivar al alumno a estudiar.
Aplauda las respuestas, incluso las ambiguas
De las preguntas o respuestas ambiguas han surgido grandes inventos o soluciones que han contribuido con el bienestar de la humanidad. Por este motivo, se debiera tener cuidado de etiquetar a un alumno de «tonto», «bruto», o llamarle la atención duramente por no responder bien, pues no vaya a ser que los «tontos» seamos nosotros al no saber establecer relaciones entre la pregunta y la respuesta profunda, que va más allá de una respuesta simple. Un ejercicio podría ser el siguiente: Divida al grupo en dos, luego uno de ellos lista una serie de seres vivientes y el otro hace una lista de cosas. Ahora, solicite que ambos grupos lean el primer término (uno podría decir «elefante» y el otro diría «lápiz»), luego formule la pregunta: ¿qué le dice el elefante al lápiz? .. Espere respuestas y después continúe con el siguiente par de términos y así sucesivamente. ¡Ah, y no se olvide de aplaudir las respuestas!.
En un reporte especial de la revista «Newsweek» publicado el 28 de junio de 1993, se presentó las características de los genios. Algunas de ellas son: (a) capacidad para relacionar entre sí asuntos que parecen incompatibles o absurdos, descubriendo relaciones originales entre ellos; (b)tolerancia por la ambigüedad y (c)paciencia para pensar en las cosas más increíbles. Así que cuando escuche una respuesta ambigua, antes de molestarse, piense en que Usted a lo mejor está frente a un niño muy inteligente.
Estimule la actividad en todos los procesos de enseñanaza
Algunos padres afirman «mi hijo no puede aprender porque es muy intranquilo». Esto es un mito sin fundamento. Lo que están diciendo los alumnos con esa actitud es que propiciemos un aprendizaje con actividad, es decir, que usemos estrategias de enseñanza activas y participativas. Permita que el alumno participe en las clases ya sea en los grupos de discusión, proyectos de aula, presentando resultados, etc. Las clases dinámicas y participativas empezaron en el Edén. En el aula natural, Adán preguntaba a Dios; un proyecto de clase que realizó Adán fue el de poner nombres a los animales después de observar agudamente los diversos hábitos y características de los animales. Dios no le dio los nombres. Asimismo, en sus excursiones al campo, muy comunes, observaba, sentía, imaginaba, creaba, y así su mente se desarrollaba.
Estimule las preguntas y respuestas soñadoras
Muchas de las grandes innovaciones, inventos, mejoras empezaron con un «sueño». ¿Acaso no ha escuchado a aquellos que después de haber logrado algo con mucho éxito expresan que les parecía un sueño? En su hogar o en su próxima clase, podría Ud. solicitar que los educandos expresen: (a) cómo les agradaría que sea su escuela, comunidad o país; (b) qué cambios harían si hoy fueran elegidos docentes, directores o presidente del país; (c) siete deseos que les agradaría que se realicen.
Ofrézcales tareas domésticas que realizar
Una destacada educadora manifestó: «Debiera enseñarse a los niños a cargar con una parte de los deberes domésticos» (E.G. de White, LEC:57). El alumno que realice tareas cotidianas, adquirirá habilidades, actitudes y conocimientos que le servirán de mucho.
No permita que la televisión esté por encima de los estudios
Cuando sus dos hijos regresaron de la escuela con bajas calificaciones en matemáticas, un padre neoyorkino descubrió que los vivaces alumnos de cuarto y quinto grado de enseñanza primaria nunca habían aprendido las tablas de multiplicación. «Preparé entonces tarjetas numeradas y les prohibí ver televisión hasta que las aprendieran», recuerda. «Protestaron, pero al cabo de tres días ya las sabían».
Este señor no es un crítico de los maestros de escuela, sino el mejor de sus paladines: Albert Shanker, presidente de la Federación Norteamericana de Maestros. Pero como padre comprendió que en última instancia era él, más que la escuela, el responsable de la educación de sus hijos. Si por alguna razón no lograban aprender algo básico como las tablas de multiplicar, él tendría que compensar, en el hogar, esa insuficiencia. Si un pequeño no sabe multiplicar -o sumar, o leer- sus problemas se complicarán. Ciertos conocimientos fundamentales son la base de todo el trabajo ulterior, por lo tanto, no permita que la televisión con la mayoría de sus programas inofensivos o aparentemente inofensivos, destruya el intelecto y la inteligencia emocional de su hijo o alumno.
Dedíqueles tiempo para interaccionar con ellos
La interacción entendida en términos de apoyo en sus tareas, compañía en sus juegos, conversación sobre sus dificultades, expectativas, etc. es un factor positivo en el desarrollo de la inteligencia emocional de los educandos. ¿Acaso no es conveniente participar con ellos en los juegos y recreaciones?.
Demuestre interés por el progreso del educando
Acérquese a él y pregúntele como va en los estudios. Si Ud. es el apoderado converse con sus profesores sobre el progreso de su hijo. Si Ud. es el profesor, muestre al alumno su ficha de progreso personal y exprese cómo está avanzando, dígale cómo podría avanzar más, felicítelo por sus logros y anímelo a continuar con perseverancia.
Ofrezca estímulos de aprendizaje
Adquiera ya sea juguetes creativos, libros y revistas interesantes, motivadoras y de calidad. La revista «Selecciones del Reader’s Digest» puede ser considerada como una revista de mucha calidad, que bien se puede usar no solo en la casa sino también en la escuela, colegio y universidad. Dentro del rubro de estímulos del aprendizaje, también están las salidas al campo.
Realice ejercicios de desarrollo del pensamiento y habilidades cognitivas
Desafíelo a ser innovador
Preguntas como ¿qué más quisiéramos que este objeto realice? ¿cuáles son sus limitaciones? ¿se podría mejorar?. Preguntas semejantes se pueden hacer para cualquier hecho o proceso.
Lleve a cabo ejercicios de precisión
Se puede solicitar al alumno o hijo que analice los siguientes párrafos:
- a. Julio es más alto que Albert, pero Julio no es más grande que Albert. ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué diferencia existe entre alto y grande?
- b. Jesús no es solo uno de los maestros, es El Maestro. ¿Qué es lo que se está diciendo?
Agudice su observación
Se le puede solicitar al hijo o alumno que describa objetos, animales, situaciones o fenómenos.
Anime las respuestas proyectivas
Una de ellas podría ser del tipo: ¿Y entonces qué?.
Anime a su hijo a escribir
Cómprele un cuaderno un buen lapicero, y quizás ofreciéndoles algunos estímulos pídale que escriba sus sueños, cuentos creados por él mismo, etc. Junto con él realice algunas modificaciones y que lo vuelva a escribir. Recuerde, que esta y todas las actividades de aprendizaje deben ser divertidas y amenas.