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El papel de la familia en el desarrollo de la Creatividad

El papel de la familia en el desarrollo de la Creatividad
La autora de este artículo es Martina Leibovici-Mühlberger. Sandra de Rivas, desde Neuronilla ha añadido el femenino en las palabras con un propósito integrador a nivel social. Por ejemplo: si usa el general “niños”, añadimos “niñas y niños” ó “infancia” ó si se indica “padres” como un genérico, usamos “madres y padres” ó ” dichos adultos”. Paralelamente al artículo desde Neuronilla también añadimos opiniones y propuestas.


Los mitos de las madres y los padres acerca de la creatividad

Al preparar este artículo, consideré una buena idea recoger las opiniones de las madres y los padres acerca de la función que tiene o debería tener la creatividad en las vidas de sus hijas/os o en su futuro. Así que comencé un pequeño proyecto de investigación en mi instituto y desarrollé las pautas para elaborar una serie de entrevistas con madres y padres en relación a la pregunta: <<¿Qué piensan las madres y los padres sobre la creatividad?>>.
Considero que hemos hecho ciertos descubrimientos destacados que quisiera compartir. Es importante entender el tipo de terminología especial que utilizan las madres y los padres, y los significados concretos que dan al término creatividad. En dichas entrevistas se buscaba una respuesta a la pregunta: ¿Nos referimos todos a la misma idea cuando hablamos de creatividad?
Como antesala a las discusiones que después mantendríamos con las madres y los padres entrevistados, planteamos varias preguntas. A continuación exponemos un resumen de las respuesta obtenidas, que constituyen un cierto entendimiento común de los puntos de vista de las madres y los padres.

¿Es importante la creatividad para el futuro de su hija/o?
En comparación con otras respuestas recogidas, llama la atención el hecho de que las madres y los padres parecen tener un conocimiento básico – o si se quiere inconsciente – de que la creatividad es una cualidad clave en el futuro de sus hijas/os, porque casi todo el mundo respondió a esta pregunta con un claro ¡Sí!

¿Cómo puede fomentar la creatividad de su hija/o?

Las madres y los padres tienen una imagen bastante borrosa sobre el papel que ellas/os mismas/os desempeñan en el fomento de la creatividad de sus hijas/os. Algunas/os creen que la creatividad es un proceso bastante autónomo en el que las acciones de ellas/os mismas/os no pueden influir. En cambio otras/os comprenden la importancia de intervenir, de ofrecer una amplia gama de experiencias o proporcionar a las/os niñas/os la oportunidad de trabajar con diferentes materiales. Cabe señalar que ninguno de las personas entrevistadas mencionó que la exposición al arte o a la música pudiera tener una influencia positiva en la propia creatividad del/a niña/o. El arte y la música, especialmente la música clásica, parecen estar en las mentes de las madres y padres más asociada con niveles superiores de educación que con el fomento de la creatividad.

¿Es su hija/o creativa/o?
Las madres y los padres suelen referirse a talentos cuando usan la palabra creatividad. En realidad, esto no es tan sorprendente, ya que esperan que sus hijas/os estén preparadas/os para la vida y por tanto, se concentran en los talentos que puedan facilitar que su hija/o alcance una posición especial en la sociedad o, al menos, un salario digno. Las madres y padres poseen una especie de mentalidad mercantil que parece funcionar en torno a un diálogo interior como: <<¿contribuirá esto al bagaje de mi hija/o? ¿Desarrollará mi hija/o alguna capacidad especial con esta actividad?>> y lo más importante: <<¿Puedo contar con que este talento ayude a mi hija/o a tener un buen sueldo en el futuro?>>.

¿Qué función tiene el JUEGO en la vida cotidiana de su hija/o?
Por las circunstancias de la maternidad/paternidad, cuya misión, por un lado, consiste en hacer que su hija/o esté <<preparada/o para la vida>> y, por otro, en relacionarlo con los conceptos habituales de trabajo y juego, no resulta extraño que las respuestas recibidas reflejen la idea de que el juego se reserva a las niñas/os pequeñas/os, mientras que para las personas mayores, el juego debe reservarse sólo para el tiempo libre. Quizás sea incluso su aspecto lúdico, la facilidad con la que se produce, lo que hace que el juego despierte tanto recelo. Esto contrasta con el concepto del trabajo duro e incluso deprimente considerado como una carga necesaria que todas/os tenemos que soportar a fin de tener éxito en la vida.

¿Podría la creatividad poner incluso en peligro el futuro de su hija/o?
En general, las impresiones recibidas de las entrevistas con las madres y padres fueron ambiguas. Por un lado, existe una consideración extendida de la creatividad como una cualidad que las madres y padres esperan que sus hijas/os tengan para poder fomentarla y hacer de ellas/os un nuevo Einstein o un Miguel Ángel. Por otra parte, desde un punto de vista psicológico, parece que las madres y los padres tienen en mente una fecha de caducidad, es decir, si en la infancia no se dan muestras de ser un/a futuro/a genio/a, cuando se alcanza la edad escolar la creatividad se suprime del patio y queda reemplazada por el camino serio de la vdia normal. En este punto tiene lugar un cambio de paradigma notable. Encajar parece ser el propósito principal de la educación: aplicar los conceptos tradicionales de trabajo, donde la creatividad parece transformarse en una actividad sospechosa.

 

Parece como si la generación actual de madres/padres apostase aún por el cálculo y el control para que sus hijas/os estén <<preparadas/os para la vida>> y no hubiese superado todavía el dualismo de la polaridad humana entre el deseo de seguridad a través del control y el ansia de libertad y de un diseño creativo de la vida.
Pero la pregunta es: ¿Tienen razón las madres y los padres al querer asegurarse de que sus hijas/os “encajen”? Según un refrán popular, la educación siempre prepara a la generación futura para las décadas pasadas.

Antiguamente y, más aún en tiempos prehistóricos, esto no tenía importancia alguna, ya que la sociedad evolucionaba y cambiaba a ritmo muy lento. Sin embargo, hoy vivimos en un entorno que cambia a gran velocidad, algo que tendrá un enorme impacto en nuestras/os hijas/os.

¿Qué nos depara el futuro?
Hace unos 2,5 millones de años, el día en que uno de nuestros ancestros, el homo habilis, usó el primer fagmento de piedra para cortar un animal muerto, se produjo la primera chispa de creatividad y el principio de la cultura. Los circuitos de su cerebro (de un peso aproximado de 600g) habían llegado a desarrollarse en un lóbulo frontal rudimentario y así pudo comenzar la historia del éxito de nuestra especie.

La evolución de todos los cambios de la sociedad (medicina, tecnología, economía…) depende de la creatividad. Este atributo no sólo es importante en las bellas artes: ¡Cualquier invento necesita de la chispa de la creatividad! Para poder pensar con originalidad, se necesita el proceso emergente de asociar los conocimientos que tenemos y reorganizarlos de forma distinta, continuando así nuestra evolución como especie.

La creatividad ha impulsado a nuestra especie a través de los siglos y ha hecho posible traspasar las fronteras o normas existentes.
En nuestra era, la era de la globalización, nos enfrentamos como especie al reto más exigente que hayamos podido afrontar. Hay que tener en cuenta dos aspectos básicos: la enorme velocidad a la que se desarrolla el progreso tecnológico con el que hemos de convivir y por otro lado, el hecho de que ahora vivimos en un mundo muy interdependiente. Es necesario que nos demos cuenta y que tengamos presente en nuestras decisiones que en el mundo actual todo está conectado entre sí. Nuestras/os hijas/os vivirán en un entorno de gran complejidad, que demandará altos estándares y valores éticos, así como muchas cualidades relacionadas con la creatividad: perspicacia en la resolución de problemas, pensamiento lateral, pensamiento integrado emocional y cognitivo, conciencia autorreflexiva, gran flexibilidad cognitiva, funcionamiento social completo y capacidad de adaptación a un entorno en constante cambio. Nuestras/os hijas/os deberán perfeccionar una cualidad que se podría denominar <<maestría de la vida>>.

Ya en el presente estamos sobrepasando el umbral de los conceptos científicos tradicionales. Nuestro concepto mecanicista y reduccionista de la ciencia se ha ampliado y el concepto newtoniano clásico de la física se ha extendido gracias a la física cuántica, que también nos ha proporcionado un nuevo conjunto de axiomas filosóficos.

La creatividad desempeña una función primordial en el éxito de nuestra especie. Aunque la neurociencia aún no puede darnos una idea completa de cada paso del proceso creativo, puede demostrar de forma impresionante que el proceso creativo está entre las capacidades más elevadas y complejas que hemos desarrollado como especie. Teniendo en cuenta las normas y los factores que impulsan la evolución , podemos estar seguros de que sólo existe un motivo por el cual se ha invertido tanta energía en desarrollar la creatividad: ¡Su importancia es vital!
Esto debería animarnos a situar la creatividad en un lugar primordial en las vidas de nuestros hijos y alentarnos como profesoras/es, investigadores y defensores de los niños a intentar divulgar este conocimiento entre las/os madres y padres, a fin de que también ellos participen.

 

Cómo evaluar una mente creativa
Teniendo en cuenta los desafíos futuros que encontrarán nuestras/os hijas/os, lo que más interesa a las/os madres/padres es, desde luego, cómo educar una mente creativa; es decir, una mente que sea capaz, por un lado de recoger y catalogar con precisión toda la información de un entorno dado y por otro, de responder a las necesidades de la situación de un modo nuevo y creativo.
Ejercitar la escritura creativa, pintar un cuadro, esculpir una estatua, resolver una pregunta científica con truco o incluso encontrar una manera creativa de aprovechar las posibilidades de internet requiere un estado mental especial. Sin duda, se necesita una cierta habilidad y cierta competencia e interés en el campo en cuestión.

Un/a escritor/a creativa/o siente afinidad con las palabras y le gusta jugar con ellas, un/a artista puede haber desarrollado una buena coordinación óptico-manual como talento básico a fin de plasmar sus ideas en el lienzo; y un/a química/o portentosa/o tiene normalmente una mente muy asociativa que sobrepasa el ámbito de las fórmulas y la química. Al intentar responder a la pregunta de ´como la gente desarrolla determinadas habilidades, se encuentra un cierto grado de diversión como condición subyacente; la capacidad de experimentar con el método prueba-error de forma repetida en un ambiente relajado y el disfrute de intentarlo sin ser obstaculizado por la expectativa ni el etiquetado del esfuerzo.

Considerando analíticamente el acto creativo puede descubrirse otra característica distintiva única: el proceso creativo requiere concentración para desarrollarse. Cuando hablo de concentración, no me refiero a una forma seria, estresante, orientada a unos fines siempre acompañados de crítica, comparación y presión. La concentración que se describe aquí es una cierta forma de concederse a sí mismo/a la posibilidad de sumergirse sin reservas a la acción. Se acerca más al estado mental de haber perdido el mundo, de estar totalmente sumergido, un estado de actividad cerebral que podría encontrarse realmente en varias formas de meditación.

Para resumir: en función de estos descubrimientos del proceso creativo, ¿qué pueden hacer las/os madres/padres para fomentar la creatividad de sus hijas/os?
Las/os niñas/os nacen con una increíble capacidad de aprender, pensar, vivir e interactuar con su mundo de forma creativa. Vienen al mundo con sofisticados programas de software preinstalados que desafían el entendimiento humano. Las/os mismas/os madres/padres podrían atestiguar las increíbles capacidades que a veces demuestran las/os niñas/os. Por ejemplo, aprenden rápidamente las habilidades complejas, como nadar, aun siendo muy jóvenes o incluso otros idiomas si se les expone a ellos a una edad temprana.

Pero tan pronto como empiezan a interactuar con el mundo real, se infectan de los “virus” que retrasan su crecimiento en la vida, el virus de la comparación, del etiquetado, la clasificación y la evaluación, de la culpa y la crítica, por mencionar sólo algunos de ellos. Para cuando son adultos, han perdido más del 70% de sus capacidades innatas (no las pierden en el sentido real de la palabra, sencillamente quedan fuera de su alcance consciente). No es sorprendente que haya gente que florezca en un momento posterior de su vida. Es normal que algunas/os, que detectan posteriormente sus talentos, se recuperen para conquistar el mundo.

Por eso, uno de los aspectos más importantes que las/os madres/padres pueden trasmitir a sus hijas/os para que sigan conectados con su potencial creativo es el tiempo. A lo que me refiero con tiempo es a un ritmo adecuado de gestión del tiempo, apropiado para las/os niñas/os, y tirando además por la borda todos los programas de comparación u orientación hacia el éxito, la actitud centrada en “preparar” a la/el niña/o para una competencia feroz, para que tengan las mejores oportunidades en la vida fomentado todo tipo de capacidades con programas de formación temprana.

En una sociedad altamente competitiva, a muchas/os madres/padres les resulta difícil respetar el juego y el sentido lúdico infantil como el ingrediente más importante para el proceso de desarrollo personal y les puede resultar difícil creer que su confianza en dicho ingrediente se compensará con creces. Establecer una apretada agenda de actividades de formación para desarrollar habilidades precoces parece mucho <<más seguro>>, aunque su resultado suele ser un/a joven frustada/o y aburrida/o.

Pero vayamos un poco más allá. ¿Por qué para muchas/os niñas/os es tan fácil ensimismarse en el juego creativo y, sin embargo, otros siempre parecen querer acabar de forma impaciente sus actividades, e incluso a una edad bastante temprana muestran una carencia de la forma de concentración que hemos descrito anteriormente?

Para la total inmersión en una actividad, la concentración absoluta en el juego, la pintura, el teatro o la composición de una melodía y la capacidad de olvida el mundo que le rodea, la/el niña/o necesita CONFIANZA, la profunda creencia de que está en un lugar seguro o, en otras palabras, la idea de que el mundo es un lugar seguro. Para desarrollar esta concepción del mundo en sus primeros años, las/os niñas/os necesitan un pego continuo y afectivo suficiente a las/os adultos que se encargan de cuidarlos (la famosa teoría del apego fue formulada por primera vez por el psiquiatra infantil y juvenil John Bowlby y la psicóloga canadiense Mary Ainsworth). Este tipo de apego, que se conoce en nuestros días como comunicación afectiva correguladora y recíproca, deriva en un sistema de vinculación seguro que proporciona al/a niña/o la capacidad de depositar confianza en el mundo que le rodea. Por otra parte, la confianza no es sólo un estado mental especial o un sistema de creencias, sino también un estado psicológico acompañado por un conjunto de parámetros fisiológicos ligados al estrés y al sistema motivacional y, por ende, al nivel de cortisol en la sangre. El no ser capaz de sentirse seguro/a en una situación dada genera miedo y estrés, lo que aumenta el nivel de cortisol con todas sus consecuencias, infundiendo una actitud de observación temerosa más que una inmersión en la actividad. Esto explica por qué el vínculo con la/el niña/o y el desarrollo de una relación de confianza en un entorno dado es un prerrequisito para que desarrolle una capacidad espontánea de sumergirse en la actividad lúdica y creadora.

 

¿Qué aspecto tiene un ambiente inspirador en una casa normal, desde un punto de vista práctico?
Naturalmente, todas las sugerencias que proponemos aquí se basan en descubrimientos neurocientíficos.

 

1) Designe una zona creativa en casa.
Llamémosla la zona de la creatividad: un rincón donde su hija/o pueda divertirse, jugar y aprender mientras interactúa con un entorno de aprendizaje estimulante. Lo mejor es llenar este rincón doméstico con juguetes educativos, puzzles, juegos que les enseñen a pensar y crear, tareas que les absorban hasta que descubran las cosas por sí mismas/os. También se pueden incluir cosas que haya encontrado en excursiones al campo (plumas, piedras, hojas) o deshechos útiles de casa (envoltorios diferentes, periódicos) como materiales básicos para collage y trabajos creativos. A medida que sus hijas/os crezcan, actualice los juegos y juguetes de la zona creativa de modo que reflejen su edad. Tener un lugar designado para estimular las facultades creativas de sus hijas/os es un paso importante para fomentar sus talentos creativos. El mero hecho de designar esta zona da pie a un ritual familiar que genera un sentimiento de diversión y suscita expectativas.

2) Que la prueba y el error sean la pauta.

Una vez que nos damos cuenta de que cualquier cosa que hacemos tiene sentido (sin importar lo absurda que parezca) y que nadie nos detendrá, seguiremos intentándolo hasta conseguirlo. La prueba y el error, así como los fracasos, suelen quedar ocultos en las brillantes historias de las/os genias/os. Es conocida la historia de Edison, pero siempre olvidamos la impensable cantidad de veces que hizo la prueba antes de que la bombilla finalmente se encendiera, quizás fueran unos 9.999 intentos. Si permitimos que nuestras/os hijas/os hagan tentativas en el buen camino para conseguir los Edison, Picasso y Miguel ÁNgel de una nueva era.

3) Baje el volumen de los tonos negativos y amplifique los positivos en su música diaria.

Una mente en crecimiento es como una esponja que absorbe todo sin filtrar el contenido. Puesto que es una etapa en que la mente consciente se está desarrollando, cualquier cosa que las/os niñas/os oigan irá directamente a su subconsciente y se asentará como el material constructivo de SU realidad. Al crecer, logran construir un modelo sólido del modo en que SU mundo funciona. Sorprendentemente, las/os niñas/os oyen las palabras <no>, <no puedes> y otras similares más a menudo que palabras positivas. La negatividad es uno de los venenos más nocivos para la creatividad. Así, es lógico que las/os niñas/os que crecen escuchando frases negativas acaben asumiendo menos riesgos en la vida, porque es probable que su autoestima se haya visto azotada y destrozada a lo largo del camino del autodescubrimiento.
 

Sandra de Rivas (Neuronilla): Haga elogios y valoraciones positivas ante las conductas creativas, permita las distintas posibilidades de movimiento y expresión y realización de deseos.

 

4) Expóngalos a la música y al dibujo desde una edad temprana.

Numerosos estudios han revelando los efectos del dibujo y de la música en la mejora de la creatividad y el talento de las/os niñas/os. Las/os niñas/os que aprenden a dibujar y tocar un instrumento desde una edad temprana tienen más posibilidades de conseguir puntuaciones más altas en exámenes estándar durante etapas posteriores a la vida.
Sandra de Rivas (Neuronilla): Facilite los espacios para permitir el movimiento natural y motive a danzar con la música y el canto auténtico. ¡Dancen juntos/as!.

5) Conozca sus talentos y refuércelos desde la cuna.

Todas/os nacemos con unos talentos, inteligencia y habilidades únicas. Si estos potenciales se alimentan y refuerzan desde los primeros años, cuando el cerebro aún es muy plástico y flexible, será más probable que el/la niño/a consiga una buena base en esos ámbitos en etapas posteriores a la vida. Las madres y los padres deberían detectar dichas capacidades y fomentarlas, en lugar de programar sus mentes para dar forma al primer médico/a de la familia.

6) Sea un/a psicóloga/o de la motivación.

Como madre o padre, debe imbuirse de los principios de la psicología motivacional para cimentar la vida de su hija/o. Vincule cosas que le encante hacer a su hija/o con el rendimiento en otras áreas de su vida que sean importantes para el aprendizaje y el desarrollo intelectual. Por ejemplo, si quiere que su hija/o mejore en matemáticas, lo que debe hacer es establecer una razón persuasiva que centre su atención en logar el objetivo. Si nadar es su deporte favorito, planifique las clases de natación inmediatamente después de haber terminado correctamente sus tareas de matemáticas. Es lo que las/os psicólogos/as llaman refuerzo positivo, una técnica utilizada en la modificación de la conducta.

Algunas otras ideas para reforzar la creatividad de su hija/o

1) Anime a su hija/o a inventar sus propias historias.

Comience leyendo cuentos en voz alta, no hay nada mejor para asentar el conocimiento infantil sobre los libros. Un estudio realizado por la investigadora Barbara Eckhoff demostró un fuerte vínculo entre los tipos de historias a la que las/os niñas/os están expuestos y las historias creadas por ellas/os mismas/os.
Para presecolares. Empiece lo antes posible: intente crear un ritual de lectura, incluso sólo diez minutos al día. Lea con sentimiento, asegúrese de que el/la niño/a vea los dibujos y comente la historia con su hija/o.

Para niñas/os en edad escolar. No deje de leerles aunque ya lean en la escuela. Mantenga su atención y haga de la lectura un evento social. Comparta sus propias vivencias. Las historias más impresionantes que puede contarle son las historias de su propia vida. Tienen un fuerte impacto porque se trata de historias personales.
 

Sandra de Rivas (Neuronilla): Os recomendamos el libro Gramática de la Fantasía, de Gianni Rodari.

 

2) Vea las cosas desde otros puntos de vista.

El juego de la búsqueda del tesoro en la ciudad es un buen ejemplo: es un juego que incluye un paseo por la ciudad en la que reside y que le muestra una perspectiva que no es la habitual. Es divertido y sorprendente al mismo tiempo ver su ciudad desde otro ángulo. Puede que perciba cosas que nunca antes haya visto. Antes de ponerse en marcha, haga una lista de las cosas que desea descubrir, por ejemplo: un número, un sonido, algo de color sorprendente, un triángulo, un círculo, un animal, una cara, un agujero, una bandera, algo redondo en el suelo…

3) Contemple cuadros con sus hijas/os.

Al observar una imagen juntas/os, puede animar a su hijo a utilizar criterios diferentes como el contraste, la perspectiva, las líneas direccionadles y el color.

4) Escuche música con sus hijas/os.

En lugar de preguntarle a su hija/o si le gusta la canción, pídale que le cuente la historia que viene a su mente al escucharla o pídale que se imagine los diseños de color que representan la canción.

Sandra de Rivas (Neuronilla): ¡Dancen juntas/os!

Las madres y los padres como modelo y fuente principal para que sus hijas/os adquieran un enfoque creativo en la vida. Como dijo la Dra. Margaret Morgan Lawrence: “La creatividad nace en la cuna familiar y en el mundo interior de las madres y los padres, antes de que nazca su hija/o”.

Aquí mencionamos algunas ideas prácticas que las madres y los padres pueden tener en cuenta para crear un ambiente de creatividad en casa y alimentar el florecimiento de la creatividad de su hija/o. Aunque alguans de las propuestas puedan parecer al principio sorprendentes o incluso embarazosas, al ponerlas en práctica experimentarán una sensación de disfrute y un sentimiento inesperado de libertad. Puede que incluso le lleven a cambiar su primer enfoque de lo que llamamos “cosas serias” de la vida. ¡Sólo tiene que intentarlo!

1) Vuelva a ser un/a niña/o.

Finja que vuelve a tener cinco años. Pregúntese: <<¿Qué sentía al jugar y cuando era libre para usar la imaginación?>> Observe a las/os niñas pequeños. ¿Qué hacen, sobre todo en situaciones no estructuradas?

Sandra de Rivas (Neuronilla): Permítanse el juego libre, el movimiento, la espontaneidad, la inocencia, el disfrute…!

2) Juegue. ¿Qué es el juego?

Mientras que el trabajo está orientado a unas metas y resultados concretos, el juego incluye la libertad de experimentar y se orienta a una forma divertida de hacerlo, que cobra sentido para una/o misma/o. Así que siéntase libre de desinhibir sus instintos creativos, no importa la edad que tenga. Hágase con algunos/as juguetes, ceras, plastilina, lienzos, pintura, tiza, limpiapipas, cualquier cosa que atraiga a su <<niña/o interior>>. Resérvese una tarde para jugar con ellas/os, usted sola/o.

3) Cambie su diálogo interior.

Al jugar, puede que oiga voces interiores diciendo cosas como no sé dibujar. No se me da bien cantar. ¡Esto es una tontería! No deje que esta crítica interior le detenga. En su lugar, trabaje activamente para cambiar ese <<auto-diálogo>> hacia mensajes positivos y observe los resultados.

4) Haga un estudio de la creatividad.

Intente observar a gente en su entorno que considere verdaderamente creativa. Mire su comportamiento e intente estudiarlos de cerca. Cuando descubra un comportamiento especial o estrategias asociadas a la creatividad, puede empezar a modelar su propio proceso creativo a partir de aspectos del suyo.

5) Busque siempre cosas nuevas.

La rutina y formas claras de estructurar la vida cotidiana proporcionan sensación de seguridad y control, pero intentar hacer algo fuera de lo habitual, encontrar nuevas tácticas y maneras de resolver viejos problemas, fomenta sus habilidades de resolución de problemas, y a través de ellas, su creatividad. Busque nuevas experiencias que le obliguen a desplegar su mente y sus emociones. Plantéese el desafío de ponerse en contacto con gente nueva distinta a usted.

6) Dese un respiro.

Concédase un periodo de tiempo de relax cada día. Cree su propio ritual (un paseo breve, colocar la cabeza sobre la mesa y cerrar los ojos). Tómese ese tiempo solo para llegar a usted misma/o.

7) Siéntase orgullosa/o de lo que ha creado.

Organice un rincón de su casa para poner sus cosas y hable de ellas con sus hijas/os.
En definitiva: haga de la creatividad una parte normal y enriquecedora de su vida diaria.

 

Artículo extraído de: ¡Buenos días creatividad! Hacia una educación que despierte la capacidad de crear. Informe Fundación Botín 2012

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