¿Qué es?
Consiste en «darle la vuelta» al objetivo creativo. Diferentes autores se refieren a ella, por ejemplo Edward de Bono la considera una forma de presentar una «provocación» y Michalko un «Thinkertoy» lineal.
¿Para qué sirve?
Cambiar la dirección usual de un planteamiento nos estimula nuevas posibilidades.
¿Cómo?
Definimos el objetivo creativo
Ejemplos:
a) Quiero vender más detergente.
b) Quiero mejorar la telefonía.
c) Quiero animar al reciclaje de papel.
- Invertimos el objetivo o una asunción del mismo (algo que damos por hecho) nos desplazamos en la dirección opuesta a la secuencia «normal»
Inversiones:
a) Que yo de el dinero y los clientes me den el detergente.
b) En vez de que el teléfono suena cuando hay una llamada, «el teléfono suena todo el rato y para cuando llama alguien».
c) En vez de que la gente de papel, «que se de papel a la gente».
- Generamos ideas estimuladas por la provocación que nos produce ese planteamiento absurdo
Ideas:
a) Los cupones descuento que aparecían en los detergentes.
b) Que el teléfono se conecte con el televisor y éste se enmudezca cuando hay una llamada.
c) Incentivar con rollo de papel higiénico a quienes reciclan.
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