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Desarrollo de la expresión para ser y hacer creativos II – Tomás Motos

Autor: Tomás Motos

Fecha de publicación en Neuronilla: 19/03/03

Proceso de representación expresiva: impresión-expresión-comunicación-reflexión

Todo acto expresivo se basa en un movimiento de doble dirección: del mundo exterior hacia la persona (impresión) y de la persona hacia el mundo exterior (expresión). Sólo podemos expresarnos si nos dejamos impresionar – voluntariamente o no- por lo que nos rodea o interpela. Si no somos como sensibles placas receptoras que registramos mediante los sentidos y almacenamos las diversas sensaciones muy poco podremos después comunicar expresándonos.

El modelo de taller que proponemos se asienta sobre cuatro variables: las fases del proceso creativo, el proceso de representación artística, los momentos de la clase o taller didáctico y el tipo de actividades realizadas (Cuadro).

Fases del proceso creador

Desde Walas se identifican cuatro fases en el proceso creador:

  • Preparación: situación del sujeto en el clima favorable y con los medios adecuados para crear.
  • Incubación: elaboración interna de la obra; información y tanteo, análisis de la situación y búsqueda de soluciones múltiples.
  • Iluminación: plasmación de la nueva idea o fijación de la mejor solución encontrada.
  • Revisión: evaluación de los resultados; experimentación, corrección y puesta en práctica.

Sabemos que este modelo no es lineal como gráficamente se representa y que no necesariamente las fases se suceden unas a otras siempre en un mismo orden, ya que los momentos de revisión pueden actuar como iluminadores o la incubación, en ciertas ocasiones, puede actuar también como preparación. En vez de la línea recta en una sola dirección deberíamos de emplear la espiral ascendente y descendente pues ya nos decía Jackson que la trayectoria del pensamiento se parece más al vuelo de la mariposa que al recorrido de la bala.

Fases del proceso creativo

Cualquier proceso expresivo se articula sobre estas palabras clave: percibir, sentir, hacer, reflexionar.

Percibir-. Es tanto como estar a la escucha de uno mismo y del entorno. Supone la disponibilidad del individuo a dejarse impregnar por los estímulos del entorno físico y humano y permitir que surjan las imágenes que éstos inducen. La percepción consiste en desplegar las antenas de todos los sentidos para poder captar los estímulos del exterior y dirigir la mirada hacia el mundo interior. Esto implica un estado de disponibilidad en los planos cognitivo, motriz y afectivo.

Desde el punto de vista didáctico, en esta fase la tarea del profesor/animador consiste en crear un clima de calma y de escucha consciente y mirada activa, una atmósfera dinámica y estimulante; ofrecer un amplio abanico de experiencias sensoriales; ayudar a tomar conciencia de uno mismo y de la realidad exterior.

La actitud a adoptar podemos concretarla en los siguientes principios:

  • Tomar conciencia de que siempre estamos percibiendo con los cinco sentidos.
  • Dar importancia a los detalles prácticos.
  • Estar en contacto con la las realidades físicas.

Atender al momento actual.

Darse cuenta de los detalles pequeños de la vida cotidiana.

  • Sentir-. Es tanto como pensamiento corporal, según Root- Bernstein, es decir, el pensamiento que tiene lugar a través de las sensaciones y la conciencia de nuestros nervios, músculos y piel. Son muchas las personas creativas que antes de encontrar las palabras o las formas adecuadas para expresarse “experimentan la emergencia de las ideas en forma de sensaciones corporales, movimientos musculares y emociones que actúan a modo de trampolines que permiten acceder a una modalidad más formal del pensamiento. Los atletas y los músicos imaginan la sensación de los movimientos que van a ejecutar; los físicos y los pintores experimentan en su cuerpo las tensiones y los movimientos de los árboles y de los electrones” ( Root- Bernstein, 2002, pág. 44).
  • Hacer-. El sujeto pone en acción sus imágenes interiores, las elabora a partir de un estímulo y comunica su mundo interior. Este hacer se debe orientar en dos direcciones: la exploración y la actualización. La exploración es un periodo de ensayos múltiples, de lanzamiento de propuestas diversas. En las actividades de exploración se pone el acento sobre los medios e instrumentos con los que se realiza el aprendizaje de los distintos lenguajes. La actualización es la etapa de elegir, de organizar, de arrancar. Momento en el que la creación emerge a partir de las propuestas planteadas. Es la fase por excelencia de la expresión-comunicación. La actividad base de este periodo es la improvisación articulada sobre distintas situaciones.
  • Reflexionar-. Se trata de disponer de un momento de pausa para volver sobre la actividad realizada y apropiarse de la experiencia vivida. Es el momento del análisis, de la vuelta sobre lo que ya ha sido vivido y tomar conciencia de los medios utilizados para expresarse.

El área de la expresión – y cualquier acto de enseñanza aprendizaje – es el espacio de las cinco ‘c’: primero hay que reaccionar con los sentidos (cuerpo), después con los sentimientos y las emociones (corazón) para terminar con la reflexión, el conocimiento y la voluntad (cerebro), sobre unos contenidos culturales (cultura) y todo ello impregnado en un clima de creatividad.

Momentos y actividades en el taller de expresión

La estructura base de una clase o taller de esta materia, que ha sido conceptualizada por Barret (1981), se puede concretar en las siguientes partes: a) puesta en marcha, b) relajación, c) expresión-comunicación, d) retroacción.

Cada una de ellas tiene una duración distinta. El núcleo central será normalmente la fase de expresión-comunicación. Este modelo sirve tanto para preparar una clase como para hacer el análisis de la misma o para hacer una planificación a largo plazo.

Descripción de los momentos

  • Puesta en marcha-. Esta fase de arranque es indispensable, pues gracias a ella se crea un clima lúdico que permite un trabajo posterior. En ella se establece y favorece el contacto con el aquí y ahora del lugar donde se realiza la clase, con los otros participantes y con el profesor/animador. Las actividades específicas de este apartado son las que en otro lugar hemos llamado juegos preliminares (Motos y Tejedo, 1999) y comprende, entre otras: actividades que favorecen el contacto entre los participantes, de calentamiento físico, de desinhibición, de atención y concentración, de percepción y memoria sensorial, de imaginación.
  • Relajación-. La relajación permite la distensión muscular, provoca bienestar físico, produce una buena respiración, favorece la toma de conciencia y la concentración. El bienestar que provoca es tanto físico como psicológico, de donde se deriva una disponibilidad del participante favorecedora de su expresión. Las actividades de relajación pueden tomar diferentes formas de acuerdo con las técnicas empleadas (Charaf, 1999; Prado y Charaf, 2000): masaje y automasaje, ejercicios respiratorios, relajación progresiva (tensión-distensión), relajación por concentración autógena, relajación por movimiento pasivo, relajación por acciones inusuales, relax imaginativo, etc.
  • Expresión-comunicación-. En esta fase es donde se hace una utilización más global del lenguaje dramático, permitiendo a los participantes manifestar de una manera activa su asimilación y comprensión del mismo. Las actividades que se han de proponer en esta fase han de ser lúdicas para que propicien la ocasión de explorar ciertas posibilidades del cuerpo, la voz o del entorno, y de esta manera el alumno adquiera un mayor conocimiento, soltura, confianza y habilidad. Aquí se incluyen las actividades de improvisación y exploración.
  • Retroacción-. Fase de comentario y valoración de la actividad realizada por el grupo. Las actividades de reflexión se suelen realizar bajo alguno de los siguientes formatos: actividades de interiorización; verbalización simple (cada alumno por turno comenta la actividad) e intercambio verbal (se comenta y analiza la actividad con intervenciones libres); transposición a otras formas de expresión (escritura, dibujo, collage, expresión corporal, etc.) de las imágenes, emociones, sensaciones o ideas surgidas durante las fases de percepción, exploración y actualización; presentación ante el grupo de una actividad evaluadora realizada por un equipo.

Es fácil observar la correspondencia existente entre las dos variables analizadas: el proceso de representación y los momentos de la clase. Ambas se centran en una misma realidad; pero mientras que la primera la enfoca desde la perspectiva del porqué, de la finalidad; la segunda lo hace desde el qué, desde los contenidos.

Herramientas mentales de la creatividad

Cualquier actividad de expresión, sea cual sea el lenguaje utilizado, ha de utilizar las herramientas mentales de la creatividad que, siguiendo a Root- Bernstein, se concretan en:

Observación-.capacidad de prestar atención a lo que vemos, escuchamos… o sentimos en el interior de nuestro cuerpo.

Imaginación-. capacidad de evocar o imaginar las impresiones y sensaciones. Visualizar imágenes, “escuchar” sonidos y canciones inéditas, etc.

Abstracción-.proceso mediante el cual lo complejo acaba reduciéndose a lo simple. Proceso de simplificación.

Reconocimiento y formación de pautas-.tiene que ver con el descubrimiento de las leyes y la estructura matemática de la naturaleza, con las rimas y los ritmos del lenguaje, la danza, la música.. La formación de nuevas pautas siempre se origina en la combinación inesperada de elementos simples preexistentes.

Analogía-. la comprensión de que dos cosas aparentemente muy dispares comparten propiedades o funciones se halla en el núcleo de las principales obras de arte y de la literatura.

Pensamiento corporal-. el que tiene lugar a través de las sensaciones y la conciencia de nuestros nervios, músculos y piel. Son muchas las personas creativas que antes de encontrar las palabras adecuadas para expresarse, experimentan la emergencia de las ideas en forma de sensaciones corporales, movimientos musculares o emociones. Los atletas y los músicos imaginan la sensación de los movimientos que van a ejecutar; los físicos y los pintores experimentan en sus cuerpos las tensiones y los movimientos.

Empatía-. muchos creativos afirman ‘perderse’ por completo en el tema que les interesa, fundiendo de ese modo , el ‘yo’ y el ‘ello’. Los actores aprenden a convertir a los personajes que representan en partes de sí mismos. Buena parte del trabajo de los científicos, médicos y artistas consiste en ponerse en lugar de otra persona, animal, planta , electrón o estrella.

Pensamiento dimensional-. capacidad de imaginación para trasladar mentalmente una cosa desde un plano bidimensional a otro tri o pluridimensional, desde la tierra al espacio exterior, a través del tiempo o incluso de universos paralelos. Indispensable en campos como la arquitectura, ingeniería, escultura, artes visuales, medicina, matemáticas…

Modelado de objetos y conceptos-. exige la adecuada combinación del pensamiento bidimensional, la abstracción, la analogía, la habilidad corporal o manual. Utilización de los modelos de escritores que han precedido; los artistas plásticos elaboran maquetas y bocetos; los ingenieros utilizan modelos operativos; los médicos maniquíes especiales; etc.

Juego-. herramienta que integra pensamiento corporal, empatía, representación y modelado… Implica disfrutar con lo que uno está haciendo y una cierta actitud irreverente hacia los procedimientos, objetivos y ‘reglas de juego’ convencionales.

Transformación-. nos permite traducir los contenidos de una herramienta mental a otra o los contenidos de nuestra imaginación a los lenguajes formales de la comunicación. El pensamiento transformador entreteje todas las herramientas en una unidad funcional y nos ayuda a establecer relaciones operativas entre todas las habilidades descritas.

Síntesis-. combinación de diferentes modalidades de experiencia.

Conclusión

En este texto hemos pretendido sentar las bases del taller creativo expresivo como estrategia didáctica. Al exponer sus fundamentos encontramos que estamos proponiendo un modelo educativo constructivista, socialcultural, interaccionista y expresivo. Constructivista porque entiende el conocimiento como algo que está en constante proceso de construcción y cuyo centro de aprendizaje es el educando, un ser activo en permanente intercambio con el entorno.

Interaccionista porque que concibe que el aprendizaje ocurre a medida en que el sujeto-alumno actúa sobre los contenidos y va construyendo sus propias estructuras. Y porque incentiva el trabajo en grupo compartiendo ideas e informaciones, decisiones y responsabilidades. Y, además, porque concibe las aulas como espacios para el desarrollo de experiencias y manipulación de materiales.

Sociocultural porque propone que el individuo se hace en relación con los demás y que el conocimiento es producido en la interrelación con el mundo físico y social pues la construcción del pensamiento es una relación dialógica entre el individuo consigo mismo y con el mundo que lo rodea. Y es expresivo porque la expresividad creativa es la base de todo proceso educativo reador. La creatividad es básicamente expresión.

Más información:

Barret, G. (1991). Pedagogía de la expresión dramática.Montreal: Recherche en expression.
Charaf, M. (1999). Relajación Creativa: técnicas y experiencias. Universidad de Santiago de Compostela.
Gardner, H. (1999). Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica. Barcelona: Paidós.

(*) Tomás Motos es Profesor Titular de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia.

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