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Así que, ¿tienes una idea? – Alicia Castillo

Autora: Alicia Castillo

Fecha de publicación en Neuronilla: 21 /  06 / 07

Si deseas comenzar tu propia empresa, lo primero que necesitas es tener una idea. Si aún no la has encontrado, revisa la lectura.. ¿por dónde comienzo? Si ya tienes una idea, ¡estás en el sitio correcto! Lo primero que hay que saber es que no todas las ideas son buenas, pero mas aún, no todas las buenas ideas son oportunidades para tí. Y si no las consideras como oportunidades para tí, no vas a tomar acciones para llevar a cabo esta idea.

No temas descartar ideas, o buenas ideas, si no las descartas, estarás utilizando tu tiempo y tus energías en una idea que realmente no te vá a enganchar lo suficientemente como para que decidas lanzarte y te creas el cuento. ¿Cuáles son BUENAS ideas para comenzar una empresa? Las buenas ideas son aquellas que crees que te permitirán ir desarrollando una gran empresa. Esto tiene que ver con la orientación del mercado y con el conocimiento de la parte productiva que tengas o que alguien pueda darte.

Una buena idea considera: Un elemento de originalidad tangible. ¿Qué es lo que hace que tu o tu equipo sea único, qué tiene esta idea qué no existe? Un mercado potencial real, con posibilidades de crecimiento que permitan a la empresa crecer. La posibilidad de insertarse en la red comercial. Estableciendo relaciones con clientes (entrando al mercado, generalmente escogiendo un nicho), con proveedores, con empleados que sean capaces de ejecutar el trabajo asignado, y con otros miembros de la comunidad económica según sean necesarios (OJO, no necesariamente bancos, aunque una empresa necesitará una cuenta donde depositar los cheques eventualmente. Lo que si necesita desde sus inicios es un/a contador/a, abogado, etc que puedan apoyarle si es necesario)

Posibilidades de generar un margen que permita cometer errores.. Es decir, la mayoría de las empresas existentes ya han avanzado en su curva de aprendizaje. Una empresa nueva, sin embargo, debe pasar por un sinnúmero de actividades que consumen tiempo y debe establecerse. Y finalmente la orientación del mercado. De acuerdo al desarrollo de los mercados existen diversos espacios para las oportunidades.

Al inicio, es necesario crear una necesidad. En esta fase del mercado, es importante identificar a aquellos potenciales clientes que se arriesgarán contigo a usar o probar tu producto o servicio. Estos clientes son especiales, dales un trato especial. Identifica cuál es el valor que les estás creando para tomar decisiones adecuadas. En la fase de creación de mercado, a veces hay que hacer inversiones grandes en crear conciencia de esta nueva necesidad. Es probable que una empresa pequeña o nueva no tenga los recursos para pagar el crear esta necesidad. Pero también es posible que consiga una empresa complementaria que se beneficie de la creación de este nuevo mercado y desee apoyar con recursos.

Otra alternativa es entrar a un sub-mercado que puedas manejar e irte expandiendo. Analiza este sub-mercado de entrada en base a la posibilildad de clientes potenciales de relacionarse, no en base a estrategias para mercados maduros. Recuerda que no es posible segmentar un mercado que se está formando. Una vez que se comienza a desarrollar el mercado (¿quién pregunta hoy en día qué es internet, fax o celular?) es posible aprovechar el crecimiento y entrar con mayor facilidad en un pedazo del mercado. En la fase de crecimiento hay cabida para muchas empresas y no hay estándares, así que es difícil para los consumidores establecer diferencias entre una empresa y otra. Estas son las oportunidades de las industrias que mas se observan.

Los mercados maduros presentan también oportunidades, sobretodo en segmentación, aprovechando nichos que o son muy pequeños o no son aprovechables por las grandes empresas y en la consolidación de mercados (hay oportunidades muy atractivas de integración que generalmente pasan desapercibidas en Latinoamérica. Por ejemplo, servicios de logística, etc.) Cómo escoger oportunidades entre las ideas. Pues lo primero es ordenarse. Si tienes varias ideas de negocios en la cabeza, lamento decirte que solo podrás dedicarte a una a la vez. Hasta que tengas suficiente experiencia y ventas como para seguir con otra.

El proceso de selección de buenas ideas para obtener oportunidades se basa en dos preguntas claves: qué deseas hacer en el futuro y qué fortalezas tienes o crees que tienes para llevar a cabo esta idea. Al complementar estos dos tipos de preguntas con la idea de una empresa puedes determinar si esta vá a ser una oportunidad para tí o solo es una buenísima idea, que no te vá a servir. Son ejemplos de preguntas de las fortalezas que tienes actualmente:¿Qué tengo en especial para llevar a cabo esta idea? (Ejemplo: sé como se fabrica esta cosa, conozco a los principales clientes, puedo conseguir la casa donde sea mas visible la venta, estuve trabajando en algo parecido, etc).

Son ejemplos de preguntas que tienen que ver con las expectativas que tienes de tu futuro:¿Qué es lo que mas me atrae de esta idea y como encaja con el estilo de vida que deseo llevar durante al menos los próximos 10 años? Una vez que decides que esta idea, es una buena idea, y además es una oportunidad para tí, es necesario seguir con otros filtros. Para determinar si vale la pena, tienes que buscar cierta información básica que te permitirá responder otras preguntas para evaluar si te atreverás a llevar a cabo tu idea o no. Este tipo de preguntas las hemos agrupado en 4 diversas categorías:

1. Persona – Operaciones – Logística. ¿Puedo hacerlo?¿Puedo conseguir a alguien si esta persona es indispensable para hacerlo?

2. Estrategia – Administración. ¿Puedo crear riqueza, repartirla y justificar que escoja realizar esta idea?

3. Finanzas. ¿Cómo se distribuye la riqueza que se está creando o se vá a crear? ¿Cuánto tiempo puedo subsistir (como persona y como empresa? ¿Es interesante el margen, hay espacio para errores?

4. Mercado. ¿Puedo conseguir clientes que realmente adquieran mis bienes o servicios? ¿Cuánto están dispuestos a pagar, y cuando lo harán? Qué hacer con las buenas ideas que no son oportunidades Si no vas hacer nada con tus buenas ideas, difundelas. No solo te harás notar como una persona innovadora y emprendedora, sino que te acostumbrarás a ir probando tus ideas con otros y mejorándolas. Es mas, es probable que de esta manera consigas que otra persona se entusiasme con tu cuento y te ayude a hacer realidad tu sueño. Si la idea se te vá de las manos, déjala ir y comienza a buscar otra cosa.

¡Cuántas personas conocemos con tremendas ideas que no sueltan prenda para que no se las copien y nunca las llevan a cabo!

Qué hacer con las oportunidades. Si ya decidiste que esta es una tremenda oportunidad y no la quieres dejar pasar, es hora de hacer un plan de empresas. Recuerda:No todas las ideas son buenas ideas, no todas las buenas ideas son oportunidades. La selección de las ideas es un proceso personal e individual. La oportunidad mezcla algo fuerte que tenga o que venga de tu pasado, con algo que te sea atractivo como para dedicarle parte importante de tu vida. Si no te liberas de las ideas que no te sirven, no podrás seguir buscando y eventualmente encontrar una oportunidad. Compartir o regalar ideas es una muy buena manera de zafarte de ellas y de aumentar tu capacidad de explorar; es más, podrías conseguir un socio que te apoye y entonces descubrir que lo que inicialmente no era una oportunidad para ti, si lo es ahora.

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